Ha quedado probado y demostrado que la manipulación de asbestos (amianto, fibrocemento, uralita) puede desencadenar graves enfermedades en el ser humano. La Asbestosis, así como el desarrollo de tumores y úlceras cutáneas forman parte ya de enfermedades laborales asociadas a una incorrecta manipulación de estas fibras y de los elementos que las contienen, como por ejemplo el fibrocemento.

Así mismo la simple exposición secundaria o un contacto indirecto también pueden contribuir a desencadenar enfermedades muy graves en las personas, de modo que no solo los trabajadores sino también sus familias y la gente del entorno pueden verse afectados.

Para poner fin a estas potenciales situaciones de riesgo la administración ha prohibido el uso de estas fibras en todo tipo de materiales, al igual que ha establecido un marco legislativo para regular la retirada de cualquier elemento que contenga este producto, es lo que técnicamente se conoce como desamiantado.

Esta técnica, según establece la legalidad, solo pueden llevarla a cabo aquellas empresas que cumplan una serie de requisitos. La administración una vez comprueba que dicha empresa aporta la total fiabilidad para ejecutar sus directrices en esta materia las inscribe en un registro oficial que las habilita para dicha actividad.